Blefaroplastia sin cirugía: Riesgos que debes conocer

Las técnicas de rejuvenecimiento facial están en constante evolución, y la blefaroplastia sin cirugía ha ganado popularidad por su atractiva promesa de resultados sin pasar por el quirófano. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. El uso de equipos no homologados y la falta de profesionalidad pueden poner en riesgo no sólo tu belleza, sino también tu salud.

Por este motivo, desde Clínica Cermar como expertos cualificados en blefaroplastia en Sevilla vamos a analizar en qué consiste este tratamiento que está tan de moda últimamente.

Quemaduras y lesiones cutáneas

Las quemaduras son uno de los riesgos más comunes asociados con la blefaroplastia sin cirugía cuando se usan equipos no homologados. Estos dispositivos pueden causar daños severos en la piel, desde enrojecimiento hasta abrasiones profundas. 

La falta de formación adecuada en el uso de estos aparatos agrava más si cabe el problema, ya que quienes los manejan pueden no tener los conocimientos necesarios para evitar o tratar estas lesiones.

Falta de profesionales cualificados

Como acabamos de mencionar, uno de los mayores peligros es realizarse tratamientos con personas no cualificadas. Profesionales como esteticistas y enfermeras dermoestéticas tienen a menudo la formación necesaria para realizar estos procedimientos de manera segura, siempre y cuando los equipos utilizados cumplan con las normativas.
Sin embargo, muchas veces los tratamientos, con precios demasiado baratos, son realizados por personas sin la formación adecuada, incrementando el riesgo de complicaciones.

Impacto en la salud y procedimientos de emergencia

Las quemaduras y lesiones causadas por equipos no homologados suelen requerir de atención médica urgente. Los pacientes afectados a menudo terminan en urgencias, donde los profesionales deben tratar las quemaduras, siendo en los casos más severos, necesario recurrir a cirugías adicionales o peelings químicos para reparar el daño.

Problemas legales y dificultades para demandar

A pesar de los riesgos, muchos pacientes no presentan demandas legales debido a la falta de documentación y consentimiento formal al realizarse estos tratamientos. Además, la vergüenza de haber sido engañados y la dificultad para localizar a los responsables complican aún más la situación, lo que deja a los afectados sin posibilidad de buscar una compensación por los daños sufridos.

¿Por qué hay personas que acuden a estos tratamientos de blefaroplastia sin cirugía?

Las personas que buscan tratamientos de blefaroplastia sin cirugía suelen hacerlo por varias razones. 

En primer lugar, el deseo de rejuvenecer su mirada sin someterse a una intervención quirúrgica mayor es el principal motivo, ya que la promesa de resultados rápidos y sin tiempo de recuperación prolongado atrae a mucha gente.

El coste también juega un papel importante. Los tratamientos sin cirugía suelen ser más económicos que una cirugía completa, y las ofertas tentadoras pueden ser difíciles de resistir. Además, la publicidad de resultados inmediatos y la facilidad de acceso a estos tratamientos pueden hacer que parezcan una opción atractiva imposible de rechazar.

El miedo a la cirugía y a los riesgos asociados con procedimientos invasivos también impulsa a muchas personas a buscar alternativas menos invasivas. La creencia de que estos tratamientos son más seguros o menos dolorosos puede llevar a decisiones precipitadas sin pararse a considerar los posibles riesgos.

Por último, la presión social y la búsqueda de soluciones rápidas para problemas estéticos son factores determinantes. En un mundo donde la apariencia juega un papel cada vez más importante, muchas personas están dispuestas a probar cualquier cosa que les prometa una mejora rápida y visible.

Blefaroplastia sin cirugía: duración de los efectos

La blefaroplastia sin cirugía, aunque atractiva por su carácter no invasivo, tiene una duración de efectos relativamente corta. Generalmente, los resultados de este tratamiento pueden mantenerse durante unos 12 meses. Esto significa que para mantener una apariencia rejuvenecida, es necesario repetir el tratamiento anualmente.

En comparación, la blefaroplastia con cirugía ofrece resultados mucho más duraderos. Dependiendo de factores como la edad, los hábitos de vida y el tipo de piel, los efectos de la blefaroplastia quirúrgica pueden prolongarse entre 10 y 15 años. Esta longevidad convierte a la blefaroplastia con cirugía en una inversión a largo plazo, proporcionando comodidad y tranquilidad al paciente, ya que no requiere repetidas intervenciones anuales.

Además, el tiempo de recuperación de una blefaroplastia con cirugía puede variar entre 2 a 7 días, lo cual es realmente corto si consideramos sus beneficios a largo plazo. Por lo tanto, aunque la blefaroplastia sin cirugía pueda parecer una opción más económica y menos invasiva a corto plazo, la blefaroplastia quirúrgica ofrece un retorno de inversión mucho mayor en términos de duración y satisfacción con los resultados.

Entonces.. Blefaroplastia sin cirugía o con cirugía ¿Qué elijo?

La blefaroplastia sin cirugía puede ser una opción atractiva para rejuvenecer tu mirada, pero es muy importante que tomes decisiones informadas. 

Antes de decidirte por cualquiera de las 2 opciones, prioriza tu seguridad y salud eligiendo profesionales cualificados y equipos homologados. Los riesgos asociados al uso de equipos no homologados y la falta de formación adecuada pueden resultar en complicaciones graves. 

En Clínica Cermar, con expertos como el Dr. Cervilla, ofrecemos blefaroplastia con cirugía, un tratamiento que no solo garantiza resultados superiores, sino que también asegura una duración significativamente mayor, haciendo de esta intervención una inversión a largo plazo en tu bienestar y belleza.