Extirpación de tumores dérmicos y lunares en Sevilla

Aunque ya hemos definido estos tipos de técnicas más arriba, vamos a ahondar más en el desarrollo de cada una de estas técnicas, por si deseas tener una mayor información sobre cada una de ellas.

El cierre directo:
Esta es la técnica más utilizada. En cirugía plástica se utilizan diferentes tipos de suturas y materiales con el fin de minimizar los estigmas de las suturas. Entre ellas destacamos la sutura intradérmica que como su nombre indica es una sutura que se da en el plano profundo de la piel para que de esta manera los puntos no sean visibles. Esto minimiza la señal de los puntos, aunque por desgracia no siempre es posible llevarla a cabo ya que depende mucho del tipo de herida.

Desplazamientos de piel colgajos o flaps:
Esta técnica consiste básicamente en desplazar una zona de piel vascularizada desde un lecho donante a otro lugar. Se pueden llevar a cabo gracias a las propiedades elásticas de la piel. Lo que realizamos es un defecto adyacente al defecto provocado por la exéresis de manera que esta piel vascularizada sirva para cubrir el defecto provocado por la extirpación del tumor. Son muy eficaces en aquellos defectos que al cierre provocan deformidades de estructuras .

Se utilizan en zonas peri-orificiales como fosas nasales, boca, párpados y el pabellón auricular para evitar en el cierre alteración de estas estructuras que podrían además de deformar comprometer la funcionalidad del orificio: respiración en la fosa nasal, audición en el pabellón auricular , visión por afectación palpebral que podría comprometer el globo ocular y alimentación por deformidad de los labios y boca .

El desplazamiento de piel al ser un fragmento vascularizado aporta mejor cobertura que un injerto y además al ser siempre de una zona adyacente (en el caso del colgajo de proximidad) las características de la piel son muy parecidas, y por lo tanto el resultado estético es muy superior al de un injerto. Las cicatrices aunque más extensas que el cierre simple tienden a ocultarse aprovechando los pliegues de la piel. Son preferentemente utilizados en zona facial y cuero cabelludo. El problema es que no en todos los casos es posible su ejecución fundamentalmente en función del tamaño de la zona a cubrir.

Injertos:
Cuando por la extensión del defecto o por las características de la zona no es posible llevar a cabo un colgajo tendremos que recurrir a un injerto. Los injertos son fragmentos de piel no vascularizada es decir libres, que sobreviven en la zona donde se aplican al principio por imbibición y después por neo-vascularización Los injertos pueden ser de piel total o parcial cuando en su grosor llevan todas las capas de la piel o no.

Si son de piel total el defecto que generan es igual al de un colgajo y la piel ha de cerrarse por primera intención (cierre directo) .Generan por lo tanto una cicatriz y se utilizan generalmente en la zona facial. La zona donante más frecuente es el pliegue posterior del pabellón auricular que nos permite una cicatriz poco visible y es una piel de características parecidas a la cara.

Cuando son de piel parcial (por lo tanto más finos) el defecto que provocan es como una rozadura y la piel se regenera de nuevo en la zona donante ,por lo tanto no provocan cicatriz como tal y en función de las características cicatriciales del sujeto las señales suelen ser poco perceptibles.

Hemos de decir que el resultado estético del injerto es muy inferior al de un colgajo y en función del grosor (piel total o parcial) es más deficiente. Mientras más fino es el injerto prende mejor pero el resultado estético y funcional es peor. Por esta razón empleamos injertos solo cuando no es posible emplear colgajos y colgajos cuando no es posible emplear cierres directos que es lo que menos cicatriz provoca.

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